Educación para la paz
¿Qué se entiende por educación para la paz?
No es solo una disciplina más, sino una forma de entrenamiento, una herramienta de paz, un camino para desarrollar la creatividad y la autonomía de los niños/niñas para enfrentarse a los problemas, aprender a dialogar y experimentar, para que adquieran conciencia de sus propios recursos al sentirse cada uno responsable de todo.
Educación para la Paz significa , por tanto, promover una acción práctica dentro de un contexto específico, empezando por las relaciones interpersonales, sin perder de vista cuestiones más generales como los modelos de desarrollo, la distribución de recursos y la gestión del poder; realizando acciones concretas para transformar desde abajo una sociedad globalizada, donde la falta de derechos y las chocantes desigualdades hacen perder el sentido a menudo de la palabra "paz".
¿Por qué educar para la paz?
“Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.(Constitución de la UNESCO)
Esta cita sería suficiente para comprender la enorme importancia que la educación para la paz debería tener en la formación de cada habitante de la tierra.
Por lo cual es de gran actualidad e importancia la Declaración sobre el Derecho a la Paz, que fue aprobada en 2016 por la Asamblea General de las Naciones Unidas; un documento en el que, por primera vez, se establece que todos los seres humanos tienen derecho a disfrutar de la paz. Se reconoce, además, que la paz no es sólo la ausencia de guerra, sino un derecho humano fundamental que requiere "un proceso de participación positiva y dinámica, donde se fomenta el diálogo, y los conflictos se resuelven en un espíritu de comprensión mutua y la cooperación" ( A / C.3 / 71 / L.29, Preámbulo). De los únicos cinco artículos de la Declaración, uno, el cuarto, está dedicado a la educación para la paz a fin de "fortalecer el espíritu de tolerancia, diálogo, cooperación y solidaridad entre todos los seres humanos".